lunes, 4 de julio de 2011

Tres Razones del Miedo Escénico





Expandirse en la temática a trabajar

Una  de las principales  razones   de la existencia  del miedo escénico, es el hecho de abordar demasiada temática para explicar. Esto ocasiona confusión  al momento de exponer  y a la vez  inseguridad sobre  lo que  se está hablando (queda la duda si lo que se dice  corresponde  o no).

Para evitar esta  situación, que generalmente se torna  bochornosa se debe indagar con tiempo sobre el tema que se va a exponer, para así establecer aspectos fundamentales para la exposición y crear estrategias que nos permitan recordar fácilmente, las cuales  dependen del tema a trabajar, en otras palabras se hace una delimitación.

Fallas de memoria

Cuando se  mezcla la ansiedad con los  nervios se forma un compuesto fatal que genera inseguridad y amnesia temporal, se desea hablar pero no se sabe  que hablar, dado que los conceptos se confunden en el interior de nuestra mente. Ha esto se le conoce como falla de memoria.

Esto se puede menguar al implementar estrategias  que permitan recordar la temática estudia tales como:

·        Carteleras. Estás no deben ir saturadas de texto, si no que  de tener imágenes o palabras claves.

·        Presentaciones o diapositivas. Es fundamental en ella   utilizar colores de fondo adecuados que contrasten con el color del texto, no extenderse con el texto y manejar esquemas (mapas conceptuales, ideogramas) que motiven al auditorio a su lectura y a su vez permita recordar que se desea explicar.

·        Fichas técnicas. En ellas van palabras claves de la exposición y no deben ser muy grandes (que quepan en la palma de la mano) para no ser tan evidentes al utilizarlas.

Falta de autoconfianza

En la vida  nadie nace aprendido, de  hecho la razón principal de ir  a la escuela  es aprender a conocer el mundo y a conocernos a sí mismos.  

Al pasar frente a un grupo de personas muchos seres humanos consideran que  aquellos que  se  encuentran como espectadores son mucho más importantes. Y se llenan de preocupación perdiendo el control de la situación, demostrando su miedo mediante manos  llenas de sudor, voz delgada o chillona.

Para detener esas preocupaciones es bueno pensar que como personas podemos  equivocarnos y que  si no confiamos  en nosotros mismos, como esperamos  que los demás lo hagan. Es vital dejar a un lado ese sentimiento  inferioridad. Los que se hallan en el auditorio también en algún  momento durante su formación  han vivido esto, por lo tanto no pueden ser tan crueles, al momento de evaluar.


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